En esta sección publicamos los poemas dedicados que nos envían.
Para mis hijas
Existe en nuestro idioma un nombre melodioso;
tan suave y agradable como la dulce miel.
Que sabe a melodías de arpejios celestiales,
que sólo un alma grande alcanza a comprender.
Ese nombre sagrado, es el nombre de ¡Madre!
que muchos no comprenden ni saben definir.
Porque la mente humana tan fragil y boluble,
no penetra al misterio ni lo sabe sentir.
EL amor de una esposa es un amor sagrado.
El amor de una hermana es bello y celestial.
El amor de una madre, es un amor divino
y nadie en este mundo cual ella sabe amar:
por ella tiende el viento sus notas lastimeras,
el agua sus murmullos, el viento su canción,
por ella se despierta mi musa adormecida
y me palpita fuerte, muy fuerte el corazón!
Gracias a ti Dios mio por la palabra ¡madre!
¡Gracias porque nos diste un ser que sabe amar,
que por nosotros sufre, que por nosotros rie...
que por nosotros pide....que por nostros llora...
que es ángel en la tierra de bien de amor de paz...
De Nelly
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¿Qué es la capacidad de aprender, sino un aspecto de la eternidad? Mircea Eliade